No te desanimes ni te alejes de Dios cuando el proceso es demasiado duro, porque después de la tormenta viene la victoria. No te detengas en el camino al destino que Dios tiene para ti.
Son tantas las cosas por las que atravesamos, que muchas veces se nos olvida que su mano nunca se aparta de nuestra vida y que si seguimos adelante vamos a ver milagros adelante.
Cuando sientas que el destino hacia donde vas es más grande de lo que imaginaste y creas que no tienes lo que necesitas para llegar, recuerda que Dios va contigo dándote lo que necesitas en cada paso del camino para llegar a su propósito.
Jacob continuó su viaje, y en el camino unos ángeles de Dios salieron a su encuentro.
Genesis 32:1 TLA
¡No te detengas, levántate y resplandece, que la Gloria de Dios ha nacido sobre ti! Dios te sostendrá y ángeles saldrán a tu encuentro.